lunes, 15 de octubre de 2012

RIESGOS PARA LA SALUD

RIESGOS PARA LA SALUD

Metanol

Entre los muchos procesos de síntesis que existen para la producción de alcohol metílico se encuentra la reacción de FischerTropsch entre el monóxido de carbono y el hidrógeno, de la que
se obtiene metanol como subproducto. También se produce
mediante la oxidación directa de hidrocarburos o mediante un
proceso de hidrogenación en dos etapas en el que se hidrogena el
monóxido de carbono para dar formiato de metilo, que a su vez
se hidrogena para obtener alcohol metílico. Sin embargo, la
síntesis más importante es la realizada mediante hidrogenación
catalítica a presión del monóxido de carbono o del dióxido de
carbono, a presiones de 100-600 kgf/cm2
y temperaturas
de 250-400 ºC. (ENCICLOPEDIA DE SALUD Y SEGURIDAD EN EL TRABAJO, 2012: 104.32)

El alcohol metílico tiene propiedades tóxicas que pueden
hacerse evidentes tanto por exposición aguda como crónica. Los
alcohólicos que ingieren este líquido o los trabajadores que
inhalan sus vapores pueden sufrir lesiones. En experimentos con
animales se ha demostrado que el alcohol metílico puede penetrar en la piel en cantidad suficiente como para causar una intoxicación mortal. (ENCICLOPEDIA DE SALUD Y SEGURIDAD EN EL TRABAJO, 2012: 104.32)

En casos de intoxicación grave, generalmente por ingestión, el
alcohol metílico actúa de forma específica en el nervio óptico,causando ceguera como resultado de la degeneración del nervio
óptico, acompañada de cambios degenerativos en las células
ganglionares de la retina y trastornos circulatorios en la coroides. (ENCICLOPEDIA DE SALUD Y SEGURIDAD EN EL TRABAJO, 2012: 104.33)

La ambliopía es normalmente bilateral y puede aparecer pocas
horas después de la ingestión, mientras que la ceguera total no se
instaura hasta pasada una semana. Las pupilas aparecen dilatadas, la esclerótica congestionada y el iris está pálido y presenta
escotoma central; las funciones respiratorias y cardiovasculares
están deprimidas y, en los casos muy graves, el paciente está
inconsciente, si bien el coma puede ir precedido de delirio. (ENCICLOPEDIA DE SALUD Y SEGURIDAD EN EL TRABAJO, 2012: 104.33)

Las consecuencias de la exposición industrial a los vapores de
alcohol metílico pueden variar considerablemente de un trabajador a otro. Bajo diferentes condiciones de intensidad y duración
de la exposición, los síntomas de la intoxicación son: irritación
de las mucosas, cefalea, zumbido de oídos, vértigo, insomnio,
nistagmo, dilatación de las pupilas, visión borrosa, náuseas,
vómitos, cólicos y estreñimiento. Pueden producirse lesiones cutá-
neas por la acción irritante y disolvente del alcohol metílico y
también por la acción lesiva de los tintes y resinas disueltas en él.
Estas lesiones se localizan preferentemente en las manos, las
muñecas y los antebrazos. No obstante, la causa de estos efectos
perjudiciales se debe en general a exposiciones prolongadas a
concentraciones muy superiores a los límites recomendados por
las autoridades para prevenir la intoxicación por inhalación de
vapores de alcohol metílico. (ENCICLOPEDIA DE SALUD Y SEGURIDAD EN EL TRABAJO, 2012: 104.33)

Se ha sugerido que la exposición crónica combinada a metanol
y monóxido de carbono es un factor causante de aterosclerosis
cerebral. (ENCICLOPEDIA DE SALUD Y SEGURIDAD EN EL TRABAJO, 2012: 104.33)

La acción tóxica del alcohol metílico se atribuye a oxidación
metabólica en ácido fórmico o formaldehído, producto éste que
tiene un efecto nocivo específico en el sistema nervioso, y posiblemente a acidosis grave. Estos procesos de oxidación pueden ser
inhibidos por el alcohol etílico. (ENCICLOPEDIA DE SALUD Y SEGURIDAD EN EL TRABAJO, 2012: 104.33)

Etanol

Un riesgo industrial frecuente es la exposición a vapores en
la proximidad de un proceso en el que se utiliza alcohol etílico.
La exposición prolongada a concentraciones superiores a
5.000 ppm causa irritación de los ojos y la nariz, cefalea, sopor,
fatiga y narcosis. El alcohol etílico se oxida muy rápidamente en
el organismo a dióxido de carbono y agua. El alcohol no oxidado
se excreta en la orina y en el aire espirado, de manera que apenas
se producen efectos acumulativos. Su efecto en la piel es similar al
de todos los disolventes de grasas y, de no tomarse las debidas
precauciones, puede producirse una dermatitis de contacto. (ENCICLOPEDIA DE SALUD Y SEGURIDAD EN EL TRABAJO, 2012: 104.33)

Recientemente se ha sospechado la existencia de otro riesgo
potencial en las personas expuestas a etanol sintético, por haberse
demostrado que este producto es cancerígeno en ratones tratados
con dosis altas. Un estudio epidemiológico posterior ha revelado
una mayor incidencia de cáncer de laringe (cinco veces superior a
la prevista) en un grupo de trabajadores empleados en una
fábrica de etanol obtenido mediante ácidos fuertes. Parece ser
que el agente causal fue el sulfato de dietilo, aunque también
estaban implicados las alquil sulfonas y otros posibles
cancerígenos. (ENCICLOPEDIA DE SALUD Y SEGURIDAD EN EL TRABAJO, 2012: 104.33)

El alcohol etílico es un líquido inflamable y sus vapores forman
mezclas inflamables y explosivas con el aire a temperatura
ambiente. Una solución acuosa con un 30 % de alcohol puede
producir una mezcla inflamable de vapor y aire a 29 ºC. Otra
que contenga solamente un 5 % de alcohol puede producirla a
62 ºC. (ENCICLOPEDIA DE SALUD Y SEGURIDAD EN EL TRABAJO, 2012: 104.33)

La ingestión es poco probable en el entorno industrial, pero
posible en el caso de los alcohólicos. El peligro de este consumo
anómalo depende de la concentración de etanol, que si es superior al 70 % puede producir lesiones esofágicas y gástricas, y de la
presencia de desnaturalizantes. Estos últimos se añaden para
hacer que el alcohol tenga un sabor desagradable cuando se
obtiene libre de impuestos para fines distintos al del consumo.
Muchos de estos desnaturalizantes (p. ej. alcohol metílico,
benceno, bases de piridina, metilisobutilcetona, queroseno,
acetona, gasolina, dietilftalato, etc.) son más peligrosos para la
persona que lo consuma que el propio alcohol etílico. Por todo
ello es muy importante asegurarse de que no se produce consumo
ilegal de alcohol etílico destinado a usos industriales. (ENCICLOPEDIA DE SALUD Y SEGURIDAD EN EL TRABAJO, 2012: 104.33)

n-Propanol

No se han notificado casos de intoxicación relacionados con el
uso industrial de n-propanol. Para los animales de experimentación
es moderadamente tóxico cuando se administra por vías respiratoria, oral o percutánea. Irrita las mucosas y deprime el sistema
nervioso central. Cuando se inhala, produce una leve irritación
del aparato respiratorio y ataxia. Es algo más tóxico que el
alcohol isopropílico, pero aparentemente provoca los mismos
efectos biológicos. Se conoce un caso de fallecimiento por ingestión de 400 ml de n-propanol. Los cambios morfopatológicos
observados fueron principalmente edema cerebral y pulmonar,
también presentes con frecuencia en la intoxicación etílica. El
n-propanol es inflamable y representa un riesgo moderado de
incendio. (ENCICLOPEDIA DE SALUD Y SEGURIDAD EN EL TRABAJO, 2012: 104.33)

Otros compuestos

El isopropanol es ligeramente tóxico para los animales de experimentación cuando se administra por vía dérmica y moderadamente tóxico por vía oral e intraperitoneal. No se conoce ningún
caso de intoxicación industrial, aunque sí se ha detectado una
mayor incidencia de cánceres de senos nasales y laringe en trabajadores que participaban en la producción de alcohol isopropí-lico. La causa podría ser el contacto con aceite isopropílico, que
se obtiene como subproducto. La experiencia clínica demuestra
que el alcohol isopropílico es más tóxico que el etanol, pero
menos que el metanol. El isopropanol se metaboliza en el organismo dando acetona, que puede alcanzar concentraciones elevadas y, a su vez, es metabolizada y se excretada por los
riñones y los pulmones. En el ser humano, las concentraciones de
400 ppm producen irritación leve de ojos, nariz y garganta.
El curso clínico de la intoxicación por isopropanol es semejante al de la intoxicación por etanol. La ingestión de hasta 20 ml diluidos en agua causa solamente una suave sensación de calor y
un ligero descenso de la presión sanguínea. No obstante, en dos
casos mortales de intoxicación aguda, unas horas después de la
ingestión se produjo parada respiratoria, coma profundo e hipotensión, lo que se considera un signo de mal pronóstico. El isopropanol es un líquido inflamable que conlleva peligro de incendio. (ENCICLOPEDIA DE SALUD Y SEGURIDAD EN EL TRABAJO, 2012: 104.33)

El n-butanol es potencialmente más tóxico que cualquiera de sus
homólogos inferiores, pero los riesgos prácticos asociados a su
producción industrial y a su uso a temperatura ambiente son muy
pequeños debido a su escasa volatilidad. Las altas concentraciones de vapor producen narcosis y muerte en los animales. Laexposición del ser humano a los vapores puede causar irritación
de las mucosas. Las concentraciones que producen irritación
varían entre 50 y 200 ppm. Con más de 200 ppm pueden presentarse edema leve transitorio ocular de la conjuntiva y un recuento
de eritrocitos ligeramente reducido. El contacto del líquido con la
piel provoca irritación, dermatitis y absorción. Es ligeramente
tóxico cuando se ingiere y conlleva también peligro de incendio.
La reacción de los animales a los vapores de sec-butanol es
similar a la observada con n-butanol, si bien el primero es más
narcótico y letal. Es un líquido inflamable con peligro de
incendio. (ENCICLOPEDIA DE SALUD Y SEGURIDAD EN EL TRABAJO, 2012: 104.33)


A elevadas concentraciones, la acción de los vapores de isobutanol es principalmente narcótica, como también ocurre con otros
alcoholes. Produce irritación ocular cuando la concentración
supera los 100 ppm. El contacto del líquido con la piel puede
causar eritema. Es ligeramente tóxico por ingestión. Es un líquido
inflamable con peligro de incendio. (ENCICLOPEDIA DE SALUD Y SEGURIDAD EN EL TRABAJO, 2012: 104.34)

Si bien los vapores de terc-butanol son más narcóticos que los del
n - o isobutanol para el ratón, hasta ahora se han notificado pocos
casos de intoxicación relacionados con su uso industrial, salvo
una leve irritación ocasional de la piel. Es ligeramente tóxico por
ingestión. Además, es inflamable y constituye un riesgo
importante de incendio. (ENCICLOPEDIA DE SALUD Y SEGURIDAD EN EL TRABAJO, 2012: 104.34)

La exposición prolongada a vapor de ciclohexanol puede
producir cefalea e irritación de la conjuntiva, aunque no existen
riesgos industriales graves. A una concentración de 100 ppm
produce irritación de ojos, nariz y garganta. El contacto prolongado del líquido con la piel causa irritación, y el líquido se
absorbe lentamente a través de la piel. Es ligeramente tóxico
cuando se ingiere. El ciclohexanol se excreta en la orina, conjugado con ácido glucurónico. El líquido es inflamable y entraña
un peligro moderado de incendio. (ENCICLOPEDIA DE SALUD Y SEGURIDAD EN EL TRABAJO, 2012: 104.34)

La exposición prolongada a los vapores de metilciclohexanol
puede causar cefalea e irritación de los ojos y del tracto respiratorio superior. El contacto prolongado del líquido con la piel
produce irritación, y el líquido se absorbe lentamente a través de
la piel. Es ligeramente tóxico por ingestión y se excreta en la
orina, conjugado con ácido glucurónico. Conlleva un peligro
moderado de incendio. (ENCICLOPEDIA DE SALUD Y SEGURIDAD EN EL TRABAJO, 2012: 104.34)

La exposición a vapores altamente concentrados de una
mezcla que contenía alcohol bencílico, benceno y ésteres como
disolvente sólo produjo cefalea, vértigo, náuseas, diarrea y
pérdida de peso, todos ellos pasajeros, sin que se haya producido
ningún caso de enfermedad industrial relacionado con el alcohol
bencílico. Esta sustancia produce una leve irritación de la piel y un
leve lagrimeo. El líquido es inflamable y conlleva un peligro
moderado de incendio. (ENCICLOPEDIA DE SALUD Y SEGURIDAD EN EL TRABAJO, 2012: 104.34)

El alcohol alílico es un líquido inflamable e irritante. Causa irritación en contacto con la piel, y la absorción a través de la piel da
lugar a un dolor profundo en la región donde se ha producido la
absorción, además de lesiones sistémicas. Si el líquido penetra en
los ojos, puede producir quemaduras graves. Los vapores no
poseen propiedades narcóticas serias, pero ejercen un efecto irritante sobre las mucosas y el sistema respiratorio cuando se
inhalan como contaminante atmosférico. Su presencia en una
atmósfera industrial puede causar lagrimeo, dolor en los ojos y
visión borrosa (necrosis de la córnea, hematuria y nefritis). (ENCICLOPEDIA DE SALUD Y SEGURIDAD EN EL TRABAJO, 2012: 104.34)

Alcoholes amílicos

Los alcoholes pentílicos se presentan en varias formas isoméricas,
y de las ocho estructuras isoméricas posibles, tres de ellas tienen
también formas ópticamente activas. De las formas estructurales,
cuatro de ellas son alcoholes primarios— 1-pentanol (alcohol
amílico), 2-metil-1-butanol, alcohol isopentílico (3-metil-1-butanol, alcohol isoamílico) y alcohol neopentílico (2,2-dimetil-1-
propanol); tres son alcoholes secundarios— 2-pentanol, 3-pentanol y 3-metil-2-butanol; y el último es un alcohol terciario—el
alcohol terc-pentílico (2-metil-2-butanol). (ENCICLOPEDIA DE SALUD Y SEGURIDAD EN EL TRABAJO, 2012: 104.34)

El alcohol pentílico irrita las mucosas de los ojos, la nariz y la
garganta cuando alcanza concentraciones de 100 ppm. Si bien se
absorbe por vía digestiva, respiratoria y cutánea, la incidencia
de enfermedades profesionales es muy baja. El producto crudo
causa rápidamente irritación de las mucosas debido a la presencia de materiales volátiles extraños. Los síntomas de enfermedad generalizada son cefalea, mareo, náuseas, vómitos,
diarrea, delirio y narcosis. El hecho de que el alcohol pentílico
se utilice con frecuencia en estado impuro y mezclado con otros
disolventes, hace imposible atribuir a este alcohol síntomas o
hallazgos distintivos. La facilidad con la que se metabolizan los
alcoholes decrece de los alcoholes primarios a los secundarios y
terciarios. De los tres, los alcoholes terciarios son los que más se
excretan sin sufrir cambios. Aunque la toxicidad varía según la
configuración química, puede afirmarse, en términos generales,
que una mezcla de alcoholes pentílicos es aproximadamente diez
veces más tóxica que el alcohol etílico. Este hecho se refleja en los
límites de exposición recomendados para los dos alcoholes—100 ppm y 1.000 ppm, respectivamente. El riesgo de
incendio de los alcoholes amílicos no es particularmente elevado. (ENCICLOPEDIA DE SALUD Y SEGURIDAD EN EL TRABAJO, 2012: 104.34)

REFERENCIA:
- (ENCICLOPEDIA DE SALUD Y SEGURIDAD EN EL TRABAJO (2012). Alcoholes (en línea). México: UNAM. (Recuperado el 15/10/12 de http://www.facmed.unam.mx/deptos/salud/censenanza/spivst/2012/104-03.pdf)

1 comentario:

  1. Aquí vemos que los problemas que trae el consumir alcohol son muy graves, ya que puede causarnos enfermedades de cualquier tipo, pero no solo consumirlo como bebidas alcohólicas, sino que además con el simple hecho de olerlo causa dolores de cabeza, migraña, etc. además también por untarnos en cremas, desodorantes, perfumes, puede ocasionar irritación en la piel.

    Debido a esto si queremos consumir alcohol, olerlo o tocarlo para empezar hay que tomar ciertas consideraciones, como saber si tu piel es muy sensible, o si padeces de enfermedades que te impidan consumir mucho alcohol, etc. :)

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